viernes, 11 de diciembre de 2009

La Poesía


Pablo Neruda


Y FUE a esa edad... Llegó la poesía
a buscarme. No sé, no sé de dónde
salió, de invierno o río.
No sé cómo ni cuándo,
no, no eran voces, no eran
palabras, ni silencio,
pero desde una calle me llamaba,
desde las ramas de la noche,
de pronto entre los otros,
entre fuegos violentos
o regresando solo,
allí estaba sin rostro
y me tocaba.

Yo no sabía qué decir, mi boca
no sabía
nombrar,
mis ojos eran ciegos,
y algo golpeaba en mi alma,
fiebre o alas perdidas,
y me fui haciendo solo,
descifrando
aquella quemadura,
y escribí la primera línea vaga,
vaga, sin cuerpo, pura
tontería,
pura sabiduría
del que no sabe nada,
y vi de pronto
el cielo
desgranado
y abierto,
planetas,
plantaciones palpitantes,
la sombra perforada,
acribillada
por flechas, fuego y flores,
la noche arrolladora, el universo.

Y yo, mínimo ser,
ebrio del gran vacío
constelado,
a semejanza, a imagen
del misterio,
me sentí parte pura
del abismo,
rodé con las estrellas,
mi corazón se desató en el viento.



Corazón de azar: sobre las circustancias en las que leí este libro en este enlace

domingo, 22 de noviembre de 2009

Viajando con la Azafata del Tren Fantasma



Sol Carlos Notaro, 2009

(A Joselo Luna)

Fuimos aquel loco Ramses VII entrando en el baño de la Perla del Once y compusimos la balsa; aquel que se escondió en un refugio atómico mientras escuchaba un amor de primavera que andaba dando vueltas. Fuímos Manal caminando por la avenida Rivadavia con mucho jugo de tomate frío en las venas; aquellos que le pedíamos por favor a Doña Laura que no nos eche de la pensión mientras componíamos un blues para Avellaneda. Fuímos aquella Almendra cantándoles a estos pequeños hombres tristes mientras llevábamos buenas cosas por las rutas argentinas; aquella que se tiraba a descansar mientras pasaba un elefante y nos invadía una blanca calma. Fuímos aquel Pescado Rabioso colgando nuestras mentes en un furioso Blues de Cris; aquel que cruzó un puente y te dejó una cantata. Después nos hicimos Invisible viajando con la azafata del tren fantasma, comimos un durazno sangrando y entramos en el jardín de los presentes abriendo los libros de la buena memoria. Fuímos Miguel Abuelo y nos fuimos a pescar con aquella mariposa de madera; fuímos Vox Dei y estuvimos en “cuero” y cantamos La Biblia. Fuímos Pappo y le compusimos un blues a Santa Fe mientras desconfiábamos de la vida; y fuímos Billy con la pesada y le dijimos grass…ias al cielo. Fuímos aquellos chicos de Liverpool diciéndote que todo lo que necesitabas era amor, y formamos la banda del Sg. Pepper; y fuímos los rollings y te dijimos “tómalo o déjalo”. Fuímos aquel loco JIMI y penetramos en la Atlántida llena de alegría; y fuímos aquella loca Janis y te dijimos que era mejor un año de supervida que llegar a los setenta en una silla de ruedas. Fuímos Zeppelín subiendo una escalera al cielo; y fuímos los Who y jugamos al pinball con Tommy. Fuímos Deep Purple y vimos el humo sobre el agua; y fuímos Pink Floyd y recorrimos el lado oscuro de la luna, y te mostramos cómo era estar fuera de la pared. Fuímos Zappa, Jethro, Clapton, Mayall; fuímos tantas cosas, más de mil bandas de rock sacudiéndote la cabeza. Y nada ha cambiado, en verdad nada ha cambiado. Nada nuevo bajo el sol. Fuímos y seremos John Lennon, y aún seguimos imaginando…








Foto: Sol y Joselo 1980, en el casamiento de José Buhardilla.

(Las palabras en color son enlaces. Buen viaje)

Un Blues para Joselo, de Marcelo Marcolín, en este enlace
La Buhardilla de José Nº6 click aquí

Joselo escribe sobre Janis , en este enlace 


miércoles, 7 de octubre de 2009

Zona

Guillaume Apollinaire




Finalmente estás cansado de este mundo antiguo

Pastora oh torre Eiffel el rebaño de los puentes bala esta mañana

Estás harto de vivir en la antigüedad griega y romana

Aquí hasta los automóviles parecen antiguos
Sólo la religión sigue siendo nueva la religión
Sigue siendo simple como los hangares de Port-Aviation

Sólo tú no eres antiguo en Europa oh Cristianismo
El europeo más moderno es usted Papa Pío X
Y tú a quien observan las ventanas la vergüenza te impide
Entrar en una iglesia y confesarte esta mañana
Lees los prospectos los catálogos los afiches que cantan en voz alta
He aquí la poesía esta mañana y para la prosa están los diarios
Están las revistas a 25 centavos repletas de aventuras policiales
Retratos de grandes hombres y mil títulos diferentes

He visto esta mañana una linda calle cuyo nombre olvidé
Nueva y limpia de sol ella era el clarín
Los directores obreros y las bellas taquidactilógrafas
Del lunes por la mañana al sábado por la tarde cuatro veces por día pasan por allí
De mañana tres veces gime allí la sirena
Una campana rabiosa ladra allí al mediodía
Las inscripciones de los letreros y de las paredes
Las chapas los anuncios chillan como los loros
Amo la gracia de esta calle industrial
Situada en París entre la calle Aumont-Thiéville y la avenida des Ternes

He aquí la calle joven y aún no eres más que un niño
Tu madre no te viste más que de azul y blanco
Eres muy piadoso y con el más antiguo de tus camaradas René Dalize
De nada gustáis tanto como las pompas de la Iglesia
Son las nueve ya bajaron el gas todo azul salís del dormitorio a escondidas
Rezáis toda la noche en la capilla del colegio
Mientras que tierna y adorable profundidad amatista
Gira para siempre la resplandeciente gloria de Cristo
Es el bello lirio que todos cultivamos
Es la antorcha de cabellos rojos que no apaga el viento
Es el hijo pálido y bermejo de la dolorosa madre
Es el árbol siempre frondoso de todas las plegarias
Es la doble horca del honor y de la eternidad
Es la estrella de seis puntas
Es Dios que muere el viernes y resucita el domingo
Es Cristo que sube al cielo mejor que los aviadores
Suyo es el récord mundial de altura

Pupila Cristo del ojo

Vigésima pupila de los siglos sabe cómo hacerlo

Y convertido en pájaro este siglo como Jesús sube en el aire

Los diablos en los abismos levantan la cabeza para mirarlo

Dicen que imita a Simón el Mago en Judea

Gritan que si sabe volar que lo llamen ladrón

Los ángeles revolotean alrededor del bello volatinero

Ícaro Enoch Elías Apolonio de Tiana

Flotan alrededor del primer aeroplano

Apartándose a veces para dejar pasar a quienes llevan la Santa Eucaristía

Esos curas que suben eternamente elevando la hostia

El avión se posa al fin sin replegar las alas

El cielo se llena entonces de millones de golondrinas

A todo vuelo vienen los cuervos los halcones los búhos

De África llegan los ibis los flamencos los marabúes

El ave Roc celebrada por los cuentistas y los poetas

Se cierne manteniendo en las garras el cráneo de Adán la primera cabeza

El águila cae del horizonte profiriendo un gran grito

Y de América viene el pequeño colibrí

De China llegan los pihís largos y ágiles

Que no tienen más que una única ala y vuelan en parejas

Y después he aquí a la paloma espíritu inmaculado

Escoltada por el pájaro-lira y el pavo real ocelado

El fénix esa hoguera que a sí mismo se engendra

Cubre todo un instante con su ardiente ceniza

Las sirenas dejando los peligrosos estrechos

Llegan cantando bellamente las tres

Y todos águila fénix y pihís de la China

Fraternizan con la máquina voladora

Ahora caminas por París completamente solo entre la muchedumbre
Rebaños de ómnibus mugientes ruedan cerca de ti
La angustia del amor te aprieta la garganta
Como si no debieras nunca más ser amado
Si vivieras en la antigüedad entrarías a un monasterio
Tenéis vergüenza cuando os sorprendéis rezando
Haces mofa de ti y como el fuego del infierno tu risa chisporrotea
Las chispas de tu risa doran el fondo de tu vida
Es un cuadro colgado en un museo sombrío
Y algunas veces vas a mirarlo de cerca

Hoy andas por París las mujeres están ensangrentadas

Era y quisiera no acordarme era en el ocaso de la belleza

Rodeada de llamas fervientes Nuestra Señora me miró en Chartres

La sangre de vuestro Sagrado Corazón me inundó de Montmartre

Estoy enfermo de oír las palabras bienaventuradas

El amor que padezco es una enfermedad vergonzosa

Y la imagen que te posee te hace sobrevivir en el insomnio y en la angustia

Siempre está cerca de ti esa imagen que pasa

Ahora estás al borde del Mediterráneo

Bajo los limoneros que dan flor todo el año

Con tus amigos te paseas en barca

Uno es nizardo hay un mentoniano y dos de Turbia

Miramos con espanto los pulpos de las profundidades

Y entre las algas nacen los peces imágenes del Salvador

Estás en el jardín de una posada en las cercanías de Praga

Te sientes muy feliz hay una rosa en la mesa

Y observas en lugar de escribir tu cuento en prosa

La cetonia que duerme en el corazón de la rosa

Con espanto te ves dibujado en las ágatas de San Vito

Estabas mortalmente triste el día en que te viste allí

Te pareces a Lázaro enloquecido por la luz

Las agujas del reloj del barrio judío andan al revés

Y tú también retrocedes en tu vida lentamente

Subiendo al Hradchin y de noche escuchando

En las tabernas cantar canciones checas

Aquí estás en Marsella en medio de las sandías

Aquí estás en Coblenza en el hotel del Gigante

Aquí estás en Roma bajo un níspero del Japón

Aquí estás en Amsterdam con una muchacha que hallas bella siendo fea

Ella debe casarse con un estudiante de Leyden

Allí alquilan cuartos en latín Cubicula locanda

Me acuerdo de eso allí pasé tres días y otros tantos en Gouda

Estás en París ante el juez de instrucción

Como un criminal fuiste arrestado

Has hecho dolorosos y alegres viajes

Antes de percibir la mentira y la edad

Sufriste por amor a los veinte y a los treinta años

He vivido como un loco y he perdido mi tiempo

Ya no te atreves a mirar tus manos y continuamente quisiera sollozar

Por ti por la que amo por cuanto te espantó

Miras con ojos llenos de lágrimas a esos pobres emigrantes

Creen en Dios rezan las mujeres amamantan a los niños

Llenan con su olor el hall de la estación Saint-Lazare

Tienen fe en su estrella como los reyes magos

Esperan ganar dinero en la Argentina

Y volver a su país después de haber hecho fortuna

Una familia transporta un edredón rojo como vosotros transportáis al corazón

Ese edredón y nuestros sueños son también irreales

Algunos de esos emigrantes se quedan y se alojan

En cuchitriles de la calle des Rosiers o de la calle des Ecouffes

Los he visto a menudo de tarde tomando aire en la calle

Y se desplazan raramente como las piezas de ajedrez

Hay sobre todo judíos sus mujeres usan peluca

Se quedan sentadas exangües en el fondo de las tiendas

Estás de pie ante el estaño de un bar crapuloso

Tomas un café de dos centavos entre los infelices

Estás de noche en un gran restaurante

Esas mujeres no son malas tienen problemas sin embargo

Todas aun la más fea han hecho sufrir a su amante

Ella es la hija de un sargento urbano de Jersey

Sus manos que no había visto están duras y agrietadas

Tengo una inmensa piedad por las costuras de su vientre

Humillo ahora mi boca ante una pobre muchacha de risa horrible

Estás solo va a llegar la mañana

Los lecheros hacen sonar sus tarros en las calles

La noche se aleja como una bella mestiza

Es Ferdine la falsa o Léa la solicita

Y bebes este alcohol ardiente como tu vida

Tu vida que te bebes como un aguardiente

Caminas hacia Auteuil quieres ir a pie a casa

Dormir entre tus fetiches de Oceanía y de Guinea

Son Cristos de otra forma y de otra creencia

Son los Cristos inferiores de las oscuras esperanzas

Adiós Adiós

Sol

Cuello cortado



Jefe de Sección
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sábado, 19 de septiembre de 2009

Escuela en la calle


Kenneth Patchen



El año próximo la hierba de la tumba nos cubrirá.

Ahora estamos aquí y reímos

mirando pasar las muchachas;

apostando a caballos perdedores,

bebiendo ginebra ordinaria.


No tenemos nada que hacer,

ningún lugar donde ir: nadie.

El año pasado era hace un año; nada más.

Entonces no éramos mas jóvenes; ni ahora más viejos.

Nos las arreglamos para darnos aire de jóvenes;

no sentimos nada detrás de nuestros rostros,

ni hacia un lado ni hacia el otro.


Probablemente no estaremos completamente muertos cuando muramos.

Durante todo el camino no fuimos nada, ni siquiera soldados.

Somos los agraviados, hermanos, los muchachos tristes.

Sonámbulos en una tierra oscura y terrible,

donde la soledad es un cuchillo sucio en nuestra garganta.


Frías estrellas nos observan, camarada.

Frías estrellas y las prostitutas.

martes, 14 de julio de 2009

Las últimas palabras de mi abuela inglesa (1920)



William Carlos Williams




A su lado, sobre una mesa pequeña

junto a la cama revuelta y maloliente

hubo platos sucios

y un vaso de leche.



Arrugada y casi ciega

yacía y roncaba

despertando con rabia en la voz

pidiendo a gritos la comida.



Dame algo para comer.

Me estan matando de hambre.

Me siento bien. No iré

al hospital. No, no y no.



¡Dame algo para comer!

Dejame llevarte

al hospital, le dije

y cuando estés bien

podrás hacer lo que quieras.

Sonrió: Si

primero hacer lo que se te antoja

y después podré hacerlo yo.



¡Oh, oh,oh! gritaba

cuando los de la ambulancia

la pusieron en la camilla.

¿A esto le llamas

hacerme bien?

Para entonces su mente está lúcida.

Oh, jovencitos, ustedes se creen

listos,



dijo, pero te diré

que no saben nada.

Entonces partimos.

En el camino



pasamos una larga fila

de olmos, los miró

un rato a través

de la ventanilla de la ambulancia y

dijo,

¿Que son todas esas

cosas de aspecto pelusiento allí afuera?

¿Arboles? Bueno, estoy harta

de ellos , y volteó la cabeza.





Traducción: Carlos Ponce

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miércoles, 1 de julio de 2009

Juegos


Raquel Jodorowsky
(poema para Alejandra Pizarnik)

surgen evidencias
en el juego de la muerte
Personajes de extrañas liturgias
aparecen mostrando
sus mejillas de madera
entonan canciones con labios
detrás de los dientes
y entre huesos de pestañas
intercalan con arte
manojos de plumas vivas

Semejan Dioses expulsados
de alguna Iniciación
con rostro alucinante
de pronto nos rodean.
Una población del Mas Allá
Divinos que han recibido
determinada clase de Gran Luz
Solo para crear
enormes sombras
en nuestra lenta
realidad.

Links
Otro poema de Raquel en este enlace

Al Son

Buhardilla 35

domingo, 7 de junio de 2009

La Buhardilla

Ezra Pound

Ven, apiadémonos de aquellos que tienen más que nosotros.
Ven, amiga mía, y recuerda
que los ricos tienen mayordomos y carecen de amigos,
y que nosotros tenemos amigos y no mayordomos.
Ven, apiadémonos de los casados y los solteros.
La aurora entra con sus piececitos
como una Pavlova dorada
y yo estoy cerca de mi deseo.
No hay en la vida cosa mejor
que esta hora de clara frescura,
la hora de despertarnos juntos.


Buhardilla 34

Pound: Datos biograficos y poemas

Suspiro con trampas

Gherasim Luca





la mano invisible descansa sobre un león invisible

el león flota en una pieza invisible

perfectamente súbitamente invisible

el aire de esta pieza es un cuchillo invisible

insensiblemente respirado por el león esencialmente invisible

para el cuchillo invisible

la mano no es más que un impertinente apenas visible

pero es él el cuchillo quien es inocentemente

suavemente claramente invisible

porque el impertinente no es más que la superficie de la mano

la superficie espejeante y sensible

del agua de un lago

del más allá de un lago somnoliento

y ausente y fácil y pasivamente invisible

pasivamente invisible la mano invisible

agarra el cuchillo pasivamente sustancial

y lo hunde lo hunde lo hunde

profundamente

en el agua locamente invisible

particularmente invisible silenciosamente invisible

de tu piel simultáneamente nube

nube playa

visible irreconocible indivisible

invisible playa nube playa irreconocible

Traducción Mariano Fiszman

Buhardilla 33

Tras lo pasos de Gherasim Luca por Mariano Fiszman

Adónde está la libertad



Black Amaya por Cristian Vitale

Foto uno: Black recostado en los bosques de Palermo, a sol puro, y con Carlos Cutaia, David Lebón y Luis Alberto Spinetta a su izquierda. Es 1973, época de Pescado II, y los cuatro posan para una de sus tapas. Foto dos: Black mostrándole al Flaco los primeros acordes de Me gusta ese tajo, que había sacado en una guitarra criolla. Sería su debut como autor: después co-firmaría Amame peteribí, Señorita zapada, Hola pequeño ser y, solo, Sombra de la noche negra. Foto tres: Black preso con Pappo, luego de ser detenidos comiendo panchos en Chacarita, y mirando cómo el Carpo escribía Adónde está la libertad en la derruida pared del calabozo, puntapié inicial de uno de los temas clave del Pappo’s Blues I, que grabarían juntos. Foto cuatro: Black otra vez con Pappo –en la era Blues local–, teloneando a B.B. King. Un álbum que podría extenderse mucho más e instala al baterista como personaje central de la historia del rock argentino. Tal vez haya muchos que lo inmortalicen así, categoría setenta. Pero Black siguió agitando parches toda la vida. Y llegó a los 55 lo suficientemente entero como para grabar un buen disco de blues-rock “dedicado a la memoria de Pappo”, en el que no sólo acredita seis canciones, sino que refrenda su pertinaz amor por una forma de vivir. No es poco. “A esta altura ya no puedo escribir sobre alcoholismo, putas o cabarets. Soy un hombre grande. Quiero relatar mis vivencias de a pedacitos” (Sábado, 20 de Mayo de 2006 Pagina 12)

Buhardilla 32

jueves, 4 de junio de 2009

Cry Baby

Janis Joplin






Enlaces:

Janis Joplin por Joselo Luna, en este enlace Publicado en Antimitomanía

Un blues para Joselo

Buhardilla 31

Janis

domingo, 26 de abril de 2009

El primer coro de la roca

Thomas Stearns Eliot

Se cierne el águila en la cumbre del cielo,
el cazador y la jauría cumplen su círculo.
¡Oh revolución incesante de configuradas estrellas!
¡Oh perpetuo recurso de estaciones determinadas!
¡Oh mundo del estío y del otoño, de muerte y nacimiento!
El infinito ciclo de las ideas y de los actos,
infinita invención, experimento infinito,
trae conocimiento de la movilidad, pero no de la quietud;
conocimiento del habla, pero no del silencio;
conocimiento de las palabras e ignorancia de la palabra.
Todo nuestro conocimiento nos acerca a nuestra ignorancia,
toda nuestra ignorancia nos acerca a la muerte,
pero la cercanía de la muerte no nos acerca a Dios.
¿Dónde está la vida que hemos perdido en vivir?
¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en información?
Los ciclos celestiales en veinte siglos
nos apartan de Dios y nos aproximan al polvo.

Versión de Jorge Luis Borges

Eliot en Amediavoz : mas poemas y datos biográficos

Buhardilla 30